Un merecido reconocimiento a los refranes
Hay discursos célebres que están preparados por profesionales, personas de gran trayectoria en sus áreas de trabajo, que son divulgados con toda la razón, así que pasan a la historia por sus admirables mensajes en pro de un significativo público. No obstante, hay otras formas de dejar huella aunque no se les den tanta cobertura o magnifiquen, pero igual resultan transcendentales y este es el caso de los refranes.
Estos dichos de una manera muy modesta vienen haciendo el bien desde hace mucho tiempo, y no solo son longevos, sino que llegan a todas partes, quién no conoce unos cuantos refranes populares españoles, yo me atrevería a decir que desde que empezamos a aprender cosas, es muy probable que desde esa misma etapa ya quedan gravados en nuestra conciencia algunos de estos proverbios.
Así que no es una exageración hacer un reconocimiento a estas expresiones que se han ganado la simpatía de grandes y chicos, de ricos y pobres, realmente de casi cualquier persona. Tenemos algunos como favoritos, que nos encantan sacarlos a la luz apenas ocurre algo que les aplique como anillo al dedo.
Están los que nos vienen a la conciencia cuando no estamos obrando muy bien, y es como si estuviéramos escuchando a nuestras madres o abuelas, tal como si nos estuvieran vigilando, a tal punto que debemos reconocer, que logran frenar ese mal proceder, y sin pensarlo, nos van convirtiendo en mejores personas.
Ni hablar de las advertencias, aquellos refranes a los que si les hacemos caso nos evitarían numerosos inconvenientes, lamentablemente, a veces los recordamos justo después de errar, y es allí en donde caemos en cuenta de ese dicho tan sabio. Aunque lo importante es precisamente aprender de esos errores, así la próxima vez, seguramente llegarán de manera oportuna a nuestra mente.
Ahora mencionemos un par de estos singulares refranes, que nos hacen bastante bien:
“Leer y comer, no puede ser”, a veces queremos hacer cosas simultáneas pero no siempre es conveniente. Lo mejor es enfocarse en algo para que salga excelente.
“Lobo hambriento, no tiene asiento”, quien desea lograr una meta no debe parar hasta alcanzarla, se debe ser persistente y constante, sin desmayar ni distraerse.
Para encontrar muchos más refranes, analizarlos y comprenderlos, te invito a que investigues por Internet, porque está claro que estas frases también ya se han ganado un reconocido lugar en el mundo virtual.