Lidiando con todas las cosas que se traen de los viajes

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Viajar es algo que a muchos nos encanta, supone conocer nuevas costumbres, culturas, territorios, personas; es una manera de descubrir formas de vida muy distintas de la propia. Este tipo de experiencias amplía la mente y permite ver las cosas desde otra perspectiva. Adicional, en ocasiones, necesitamos escapar de la monotonía diaria, sin importar si es por un breve espacio de tiempo, ya que a veces nos urge cambiar, huir y perdernos entre lugares y personas desconocidas.

Mientras recorremos el camino hasta llegar al destino en cuestión, es común que veamos algo y recordemos a quienes dejamos atrás y pensemos “esto se parece a él/ella”, y así vamos comprando suvenires para diferentes personas e incluso cosas para nosotros mismos. De forma similar, recibimos regalos de otros de sus viajes; es como un mecanismo para compartir vivencias.

También a veces pasa que queremos comprar algo durante el viaje pero no podemos, quizá porque sea demasiado grande para llevarlo en ese instante. No obstante, si al regresar lo conseguimos en una tienda o encontramos la manera de trasladarlo a casa, es muy probable que terminemos adquiriéndolo.

Cuando se viaja con cierta regularidad y/o recibimos muchos regalos, llega un momento en el que tenemos una extensa colección de diferentes objetos. Algunos podrían serian necesarios, repetitivos y hasta pueden acarrearnos determinados problemas, como falta de espacio, desorden, riesgos de seguridad, etc.

Cómo solucionar el abarrotamiento de cosas

Salir de nuestras pertenencias puede llegar a ser muy difícil, sin embargo, hay varias de ellas que ya no se quieren, pero no se desean botar porque aún están en buenas condiciones. Para terminar con esta situación, podría comenzar por regalarlos a conocidos; en más de una ocasión quizás haya notado que alguno de ellos al visitarlo le gustó mucho de una de sus cosas y ahora que lo quiere sacar, esta persona sería una buena opción.

También podría informarse si hay una reunión de trueque o mercado de intercambio en su localidad, si desconoce de qué se trata, consiste en reuniones o pequeños puntos de concentración en donde las personas acuden para intercambiar sus bienes. De esta manera puede obtener algo que le resulte de mayor utilidad o que le falte en casa y así tener un poco más de orden.

Otra forma muy sencilla es a través del Internet, hay páginas de venta en las que puede colocar sus artículos. Algunas permiten publicar anuncios gratis, se dividen por categorías para facilitar la ubicación de las cosas, entre otros detalles. Sería la opción más productiva, dado que no obtendrá otro objeto a cambio del que ofrece, sino que está vendiéndolo, así recupera su inversión y ese extra en el presupuesto podría serle útil para cualquier cosa, incluso para ahorrar para el próximo viaje.